Arreglo Musical: Daniel Luis.
Reseña del himno # 71 Divina Luz.
El autor del himno Divina Luz fue John Henry Newman, (1801-1890). El Señor Newman fue un sacerdote Inglés que escribió numerosos poemas y piezas líricas. Algunos de sus poemas, como este, se convirtieron más tarde en himnos. El compositor de la melodía fue John B. Dykes. La traducción poética la debemos al escritor Español Juan Bautista Cabrera.
La inspiración que motivó a Newman a escribir este himno, es conocida de esta manera: “Cuando era un joven sacerdote que viajaba por Italia en 1833, John Henry Newman afrontó oscuridad emocional y física cuando una enfermedad lo detuvo en ese lugar durante varias semanas. Se sintió sumamente desalentado, y una enfermera que lo vio llorando le preguntó qué le sucedía. Lo único que pudo responder era que estaba seguro de que Dios tenía una obra para él en Inglaterra. Ansioso por regresar a casa, por fin pudo encontrar pasaje en una pequeña embarcación. Poco después de que la embarcación hubo zarpado, descendió una densa niebla que oscureció los peligrosos acantilados que los rodeaban. Al estar atrapados durante una semana en las húmedas y grises tinieblas, sin que la embarcación pudiese moverse, Newman suplicó la ayuda del Salvador al escribir la letra del himno: "Divina Luz".”
Aunque este himno fue motivado al suplicar Newman la luz y amparo de Dios en una situación oscura y difícil, la poesía encierra un mensaje más profundo: Se refiere a nuestro paso tortuoso por este mundo, y a la necesidad que tenemos de clamar a Dios, “Préstame, ¡oh luz! tu grata claridad.”
¡Gloria al Señor porque su hermosa luz brilla en nuestros corazones. ¡Esa fulgurante luz es aún más hermosa que la del sol en el firmamento! Tal como dijo Dios al crear el mundo: “Sea la Luz,” ha dicho una vez más al hacernos nuevas criaturas: “Sea la luz de mi Espíritu en vuestras almas” “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.” 2Co. 4:6
Este himno tiene una letra preciosa; pero su aspecto musical presenta algunas irregularidades que le hacen parecer complejo para ser cantado por una congregación. Aunque su métrica es perfecta, aun así da la impresión de ser libre de un ritmo definido; y no solo rítmicamente, aún melódicamente tiene intervalos inusuales, especialmente a mediados y al final de cada estrofa. Resulta más disfrutable si lo canta un coro bien ensamblado que pueda proyectar su preciosa armonía con la suave dinámica de un aparente ritmo libre. Entendemos que esta fue una de las razones por las que este himno prematuramente cayó en el desuso. Para rebasar estas inconveniencias, recomendamos que por lo menos un cuarteto o un grupo vocal guíen a la congregación. A medida que nos familiaricemos con él, llegaremos a disfrutar su riqueza:
Guiando tú, la noche es esplendente,
Y cruzaré
El valle, el monte, el risco y el torrente
Con firme pie;
Hasta que empiece el día a despuntar
Y entre al abrigo de mi dulce hogar.
M. Ev. Nivea Luis
Негізгі бет 071. DIVINA LUZ (DEMO)
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