En el remoto y fascinante norte de Pakistán, decidimos embarcarnos en una aventura única al explorar el mágico Valle de Kharkoo. Equipados solo con nuestras motocicletas y ansiosos por descubrir, nos encontramos a orillas del río Shyok, listos para una travesía breve pero en una balsa local.
El pequeño pueblo que marcaba el comienzo de nuestra odisea nos recibió con la hospitalidad característica de la región. Sin perder tiempo, nos dirigimos hacia el Shyok, donde una pintoresca balsa aguardaba pacientemente. La peculiaridad de esta aventura radicaba en que no subiríamos nuestras motocicletas a la balsa, sino que confiaríamos en la pericia de los lugareños para llevarnos al otro lado del río.
A medida que nos adentrábamos en las aguas del Shyok, la balsa, construida con destreza local, se convirtió en nuestro medio de transporte flotante. La corriente del río nos guiaba rápidamente a través de sus aguas, y en tan solo cinco minutos, experimentamos la emoción de cruzar el Shyok, sintiendo la frescura del aire y la energía del río a nuestro alrededor.
Mientras flotábamos, contemplamos el impresionante paisaje que nos rodeaba: majestuosas montañas que se elevaban hacia el cielo, valles exuberantes y la serenidad del Shyok bajo el radiante sol. La brevedad de la travesía no restó importancia a la intensidad de la experiencia, y en pocos minutos desembarcamos en la orilla opuesta, dejando atrás las aguas del Shyok.
Esta aventura, que desafiaba la convencionalidad al no cargar nuestras motocicletas en la balsa, se convirtió en un capítulo único de nuestra exploración en el Valle de Kharkoo. Con una duración de apenas cinco minutos, experimentamos la autenticidad de la región, la destreza de los lugareños y la emoción de cruzar un río en un rincón remoto de Pakistán, todo mientras nuestras motocicletas esperaban ansiosas en la orilla.
Негізгі бет #14 En Moto por Pakistán. El Himalaya desde una balsa.
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