Alicia estaba sentada junto a su hermana en la orilla de un río, sintiéndose aburrida. De repente, vio un Conejo Blanco con ojos rosados que llevaba un chaleco y un reloj de bolsillo. El Conejo murmuraba que llegaba tarde y saltó dentro de una madriguera. Movida por la curiosidad, Alicia lo siguió y cayó por un largo túnel que parecía no tener fin. Finalmente, aterrizó suavemente en un pasillo lleno de puertas cerradas de diferentes tamaños.
Al final del pasillo, encontró una pequeña mesa de cristal con una llave dorada y una botella con la etiqueta "BÉBEME". Alicia probó un sorbo de la botella y comenzó a encogerse hasta ser lo suficientemente pequeña para pasar por una diminuta puerta que conducía a un jardín encantado. Pero la puerta estaba cerrada, y la llave dorada seguía en la mesa, ahora fuera de su alcance. Encontró una tarta con la etiqueta "CÓMEME" y, al probarla, creció tanto que su cabeza tocaba el techo. Después de muchas idas y venidas con la botella y la tarta, logró encontrar el tamaño correcto y, con la llave, entró al jardín.
En el jardín, Alicia conoció a varias criaturas extrañas y parlantes. Primero, una Oruga azul que fumaba un narguile y le hizo preguntas filosóficas mientras le daba consejos crípticos. Le ofreció a Alicia un trozo de seta que le permitiría cambiar de tamaño. Alicia continuó su viaje, encontrándose con una casa donde vivía la Duquesa y su cocinera, quien preparaba una sopa con exceso de pimienta, causando estornudos constantes. La Duquesa le dio a Alicia su bebé, pero al salir de la casa, el bebé se convirtió en un cerdo y se escapó corriendo.
Más tarde, Alicia llegó a la casa del Sombrerero Loco y la Liebre de Marzo, que celebraban una fiesta de té interminable. Alicia se sentó con ellos y participó en una conversación sin sentido, llena de acertijos y juegos de palabras. Aburrida de la locura del Sombrerero y la Liebre, Alicia decidió continuar su camino.
Alicia encontró un jardín con rosales, donde los jardineros, que eran cartas de una baraja, pintaban las rosas blancas de rojo. Cuando llegó la Reina de Corazones, una figura temible y autoritaria, comenzó a ordenar ejecuciones a diestro y siniestro con su frase característica, "¡Que le corten la cabeza!" La Reina invitó a Alicia a jugar una partida de croquet, un juego absurdo en el que usaban flamencos como mazos y erizos como pelotas.
Después del croquet, Alicia fue llevada a un juicio en el que la Sota de Corazones era acusado de robar las tartas de la Reina. El juicio fue un espectáculo ridículo con testigos absurdos, incluyendo a la Liebre de Marzo y el Sombrerero Loco. Alicia, indignada por la falta de lógica, creció de nuevo a su tamaño normal y comenzó a protestar contra la injusticia del juicio. La Reina, furiosa, ordenó su ejecución.
Justo cuando los soldados de cartas avanzaban hacia ella, Alicia despertó repentinamente. Se encontraba en el prado junto a su hermana, dándose cuenta de que todo había sido un sueño. Pero el sueño había sido tan vívido que Alicia no pudo dejar de pensar en sus aventuras en el País de las Maravillas. Al relatarle la historia a su hermana, se dio cuenta de las extrañas y maravillosas experiencias que había vivido y se prometió a sí misma nunca perder su sentido de la curiosidad y la capacidad de asombro.
Con el tiempo, Alicia creció y se convirtió en una mujer joven, pero nunca olvidó su viaje al País de las Maravillas. Las lecciones de valentía, curiosidad y la aceptación de lo extraño y maravilloso se quedaron con ella para siempre, recordándole que la vida está llena de maravillas para aquellos que están dispuestos a mirar más allá de lo ordinario.
--------------------
www.CuentosParaNiños.com
#aliciaenelpaísdelasmaravillas #aliciaenelpaisdelasmaravillas
Негізгі бет Alicia en el país de las maravillas - Cuento para niños - www.CuentosParaNiños.com
Пікірлер