Antonio Mairena - "Un ramito de locura" - Fiesta por bulerías
Con una estupenda serie de bulerías termina la intervención de Antonio en este disco. Como es frecuente, empieza con una corta jerezana, cantada con una letra que ya El Chaqueta dejó años antes registrada (1951), también por bulerías (en realidad es la soleá de La Jilica metida por bulerías). Después la grabaron Curro Malena (1971), Nano de Jerez (1973) y Cristobalina (1974) por bulerías, y el cuadro flamenco de María La Canastera (50.739, 1964), por tangos. Carmen Linares también tiene grabada esta letra por bulería (1991), que da título además a un disco suyo (2001).
Mairena continúa con otro cante jerezano que grabó antes con letras como “Tiro pieras por la calle” (1958) y “A quién le contaré yo” (1966). La copla que canta Antonio es muy común entre cantaores jerezanos y la grabaron antes que él Manolo Caracol (1946) y Pepe El Culata (1950), ambos por soleá. Dicha letra aparece en la colección de Rodríguez Marín (nº 4.443).
A partir de la tercera bulería empiezan los cantes de Lebrija y Utrera, que Mairena recrea y da a conocer. “Santa María” es una bulería plena de originalidad que engarza con las bulerías romanceadas, tan propias de esos dos pueblos sevillanos. La letra señalada la grabó posteriormente Perrate por bulerías (se editó en 1971; 1996) y la cantaba por soleá Juan Talega, aunque no llegó a grabarla. Tal cual la recoge Felipe Pedrell en su Cancionero Musical Popular Español (nº 41). Con “De Villaviciosa vengo” introduce en los aires de romance una letra del folklore asturiano que ya El Mochuelo grabó con el título “Aire montañés” (1908) así: “Vengo de Villaviciosa / de recoger las manzanas / y ahora marcho para Oviedo, / a aquella triste montaña”; así la recogen Rodríguez Marín (nº 8.065) y Narciso Alonso Cortés (nº 3.856). Es curioso, pero la letra “Santa María: / tú eres del cielo la estrella / que a los marineros guía”, que Mairena graba aquí antes que la “De Villaviciosa vengo” y que solía cantar siempre en ese orden, aparece en el Cancionero popular de la provincia de Santander, dentro del arsenal de coplas de marina (p. 266). La copla “Santa María” parece muy vinculada a otras que existían ya en la Edad Media en la cristiandad occidental (el cántico latino a la Virgen Ave Maris Stella). En la península la encontramos por ejemplo en la cantiga nº 100 de Alfonso X El Sabio, que empieza por “Santa María, strela do día, / mostrarnos via pera Deus et nos guía”. Por otra parte el Arcipreste de Hita, en “Los gozos de Santa María” del Libro de Buen Amor escribe: “¡O María!, / luz del día, / tú me guía / toda vía”.
El juguetillo “Tápame que tengo frío” lo tienen grabado, también por bulerías, el Garrido de Jerez (Chuflas, 1908), Telesforo del Campo (¿1915?) y Pansequito (1974), aunque en un aire muy distinto, y lo lleva en su repertorio buleaero la simpar Paquera de Jerez, que lo suele hacer después de la letra “Debajo de la hoja / de la lechuga” (se editó en 1987). Después de esto canta Mairena con maestría dos fragmentos de romances, uno el de Morito Alcaide -tan vinculado como veremos en el disco La fragua de los Mairena, de 1970, al antiguo cante de gilianas- y otro el que trata la pérdida de Alhama, que grabará en otra versión en el disco Honores a la Niña de los Peines. Parece ser que estos dos fragmentos de romance los cantaban algunos gitanos de Alcalá de Guadaira. Muy posiblemente Mairena los aprendió de La Roezna, que se los transmitió a su hijo Juan Barcelona, gran amigo de Antonio .
El cierre de estas bulerías lo hace Antonio con gran brillantez, rematando con un juguetillo festero que ha sido muy utilizado por él en los festivales. Antes que él lo grabaron su prima Pastora (1948), de quien seguramente lo aprende, y otro gran discípulo de Pastora, El Lebrijano (1965). (Luis y Ramón Soler, 2004)
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Letra:
En cuando en cuando me daba
un ramito de locura
cuando de ti me acordaba.
Permita Dios que si vienes
con intención de dejarme,
enmedio de ese camino
se abra la tierra y te trague.
Santa María,
hay en el cielo una estrella
que a los marineros guía.
De Villaviciosa vengo
de recorrer [sic] mis manzanas,
y ahora me voy para Oviedo
en esta triste campaña.
Pero tápame, por Dios, que tápame
tápame que tengo frío.
La mañana de San Juan,
cuando apenas alboreaba,
grandes guerras tenía el moro
que era la flor de Granada.
Dios te guarde buen morito,
el de la velluíta barba,
el rey te manda a prender
por la perdia de Granada.
Esta noche
yo pío posá
hasta mañana
a la marugá.
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