Comenzamos una serie de mini-documentales, grabados en 4K, con los que recorreremos los lugares más bellos de Cantabria.
En el corazón del Parque Natural Saja-Besaya, a la vera del río Argoza, Bárcena Mayor representa la conservación de los valores tradicionales de la Cantabria rural. Se trata de un pueblo declarado conjunto histórico artístico por la buena conservación de su antiguo caserío, siendo uno de los más viejos de Cantabria y de España, con gran valor etnográfico, artístico e histórico.
Su origen se estima en torno al siglo IX y alcanza su máximo apogeo mediado el siglo XVIII, entrando en crisis demográfica en la segunda mitad del siglo pasado. Su reciente recuperación viene de la mano de una floreciente actividad turística, muy ligada a los recursos naturales del entorno y a la merecida fama de su mesa.
En el experimentamos las condiciones de vida del siglo XVII y XVII, dentro de un maravilloso entorno natural con abundante en bosque y corrientes de agua, que confieren al conjunto singular belleza. La estampa medieval del pueblo nos invita a pasear por sus calles empedradas, con construcciones de dos plantas flanqueadas por cortavientos, con soportal en la parte baja, donde aparecen la puerta de la entrada cuadrada, la boquera del pajar y una escalera de madera o piedra que sube hasta la vivienda. Son de mampostería, aunque los esquinales y vanos son de sillería y el interior de madera.
Cuando se trata de casas nobiliarias, con escudo, los arcos de sillería preceden al portal. En otros casos las fachadas principales se cierran con portones de madera que están calados en la parte superior para permitir la ventilación y la iluminación del interior. Existen otros elementos bien conservados como lavaderos, cuadras, socarreñas u hornos de pan.
Se organiza en un único barrio de estructura alveolar con una cierta ordenación en calles y plazas. Las viviendas se ordenan en dos hileras, más o menos perpendiculares entre sí, orientadas a mediodía que coinciden con la disposición de los caminos que cruzan el pueblo en dirección noroeste-sureste, la calle Larga y la Calleja, creando un entramado de callejas estrechas y espacios entre hileras.
La iglesia, con advocación a Santa María, es del siglo XVII y tiene un interesante retablo barroco del siglo XVIII. La calle Larga va a dar al puente del siglo XVI, con arco de medio punto, que fue paso obligado para los foramontanos, campesinos cántabros que desde diferentes puntos de Cantabria se dirigían a repoblar las tierras castellanas.
En sus calles también encontramos negocios artesanales de la madera. Antiguamente se elaboraban aperos de labranza que eran vendidos a cambio de harina. Otra actividad tradicional es la apicultura, por los montes que rodean la zona que proporcionan tomillo y romero a las abejas, que fabrican una miel de gran calidad.
En Bárcena Mayor parece que el tiempo no pasa.
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