Si Superman parase un tren con las manos, aplicaría tanta fuerza que lo atravesaría y acabaría con todo el mundo. Los humanos no paramos trenes como Superman, pero tenemos un auténtico superpoder: el reclutamiento de fibras musculares. En el programa de Órbita Laika dedicado a los superpoderes, Ricardo Moure nos habla de esta capacidad de nuestro cerebro para ajustar qué fuerza hacer al realizar un movimiento, permitiendo que sujetemos cosas sin reventarlas. Mediante un electromiograma, el biólogo del programa muestra el impulso eléctrico que permite que movamos el bíceps, formados por células musculares. Cada neurona conecta y enciende a un número de fibras, y gracias a ello podemos mover el brazo.
Los humanos y muchos animales producimos miostatina, una proteína que hace que los músculos paren de crecer. Sin ella, tendríamos unos músculos tan grandes que nos moriríamos de hambre, ya que no podríamos alimentarlos. Algunos animales tienen problemas con esta proteína y sus músculos nunca paran de crecer. Dale al play para no perderte la sección completa y el reportaje sobre la superfuerza de las hormigas en Medialab Prado
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