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¿Se han preguntado alguna vez dónde acaban los restos de los vehículos? Por ejemplo, de tanques en
desuso o de sus coches. La mayoría de los componentes de estos vehículos son de acero, un material férreo
muy resistente y duradero, capaz de soportar los impactos y la corrosión.
En nuestro anterior vídeo, explicamos la historia y las características del acero, sus múltiples tipos, así como
las múltiples formas de producirlo. Pero en este nuevo vídeo queremos que descubrais su característica
más importante: su capacidad de reciclaje.
Tomemos como ejemplo nuestro tanque, un vehículo blindado y resistente a las explosiones, compuesto
principalmente por láminas de acero aleado, como podemos ver en la película. De esta división técnica se
desprende que hay muchas piezas compuestas de acero, y lo mismo ocurre con vehículos como los coches
normales, en los que el chasis con sus montantes es todo de acero ultrarresistente.
Todos estos componentes de diferentes tipos de acero, ya sean parte de un coche o de un tanque, una vez
en desuso pueden convertirse fácilmente en material para producir nuevo acero; la chatarra de acero entra
en escena. La chatarra de acero no es más que los restos de acero que utilizan las acerías con hornos
eléctricos para producir acero limpio.
Llegados a este punto, explicamos como functiona la cadena de producción del acero para entender mejor
el uso de la chatarra. Básicamente, hay dos macrocategorías: las acerías que utilizan altos hornos y las
acerías que utilizan hornos eléctricos.
Para la primera categoría de acerías, la utilización del alto horno garantiza una gran producción de acero,
gracias a la capacidad del propio alto horno. Por otro lado, se trata de un proceso bastante complejo en el
que se utilizan materias primas como el mineral de hierro y la piedra caliza, combinadas con el coque para
obtener arrabio, que luego se transforma en acero con un convertidor. Además, este proceso, en muchas
de sus etapas, genera grandes cantidades de contaminantes, en particular de CO2; el proceso es muy
contaminante desde las primeras etapas: los hornos de coque, por ejemplo, para generar el coque
necesario, tienen que quemar enormes cantidades de hulla, liberando enormes cantidades de CO2 a la
atmósfera. La chatarra de acero para este proceso sólo se utiliza en la última etapa, además del arrabio en
el convertidor, para aumentar la pureza del acero.
En el caso de las acerías que utilizan hornos eléctricos, el proceso es muy diferente; el material que utilizan
estas plantas se limita a uno solo, la chatarra. Utilizando electrodos de grafito, en el caso de un horno de
arco eléctrico, le acerias funden la chatarra a una temperatura de 2.000 °C con pequeñas adiciones de
carbón o hierro fundido para proporcionar el carbono necesario para producir el acero. Este proceso es
mucho más sintético que el ciclo integrado descrito anteriormente, y además produce menos
contaminantes sin utilizar combustible para alimentar el alto horno y el convertidor, y no necesita coque,
cuya producción es altamente contaminante. Las ventajas de los hornos eléctricos, además de las menores
emisiones, son muchas: menores costes de inversión, flexibilidad, con la utilización de hornos grandes o
pequeños, reducción del proceso de fusión, utilización de chatarra de acero y, por último, la posibilidad de
cerrar la planta en caso necesario, lo que es imposible con el alto horno del ciclo integrado.
Además, si la energía utilizada para alimentar los hornos eléctricos procediera de fuentes renovables, como
la eólica, el ciclo de producción estaría en consonancia con la COP21, la convención sobre el cambio
climático firmada por 177 países comprometidos con la descarbonización del planeta.
Desgraciadamente, la industria siderúrgica aporta el 24% de las emisiones industriales de CO2, que
ascendieron a 2,8 Gt en 2017. Utilizando la chatarra de acero y sustituyendo las antiguas plantas por
plantas de arco eléctrico, se limitarían las emisiones: una planta de arco eléctrico produce 400 kgCO2/t de
acero frente a los 1700,1800 kgCO2/t producidos por el alto horno. El uso de la chatarra, en combinación
con la tecnología de los hornos eléctricos, da como resultado una reducción del 64% del CO2 en el medio
ambiente, facilitando no sólo el proceso de producción sino también el bienestar de nuestro planeta.
En la actualidad, el país que importa más chatarra de acero es Turquía, con casi 22 millones de toneladas,
pero también Corea, India e incluso Italia importa entre 5 y 6 millones de toneladas de chatarra al año...
Негізгі бет ¿Cómó se utilizala chatarra de aceró? Horno eléctrico - Hierro Briqueteado en Caliente (HBI)
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