Hacer buena arquitectura es un trabajo de mucho tiempo y disciplina, de paciencia y rigor. La buena arquitectura no surge de la mera inspiración, sino del estudio meticuloso de determinantes diferentes, pero igual de importantes; las necesidades propias del usuario para quién se diseña, el lugar, la topografía, el clima, el entorno y el momento histórico en el que se hace la arquitectura.
La buena arquitectura resulta de la maestría que se desarrolla en la práctica de tejer todos esos ingredientes partiendo de su entendimiento profundo. La Casa Mirador de la Montaña es el resultado de ello.
Filmado y editado por @_nietojuan (Instagram).
Негізгі бет Casa de lujo a las afueras de Bogotá.
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