La historia del castillo de Sigüenza se remonta a tiempos de los romanos pero cuando se tienen noticias documentadas de él es en plena Edad Media, cuando sirvió de alcazaba a los árabes.
En tiempos de la Reconquista cristiana la fortaleza fue tomada por el obispo guerrero D. Bernardo de Agén el 22 de enero de 1124, y poco después, en 1146 el rey Alfonso VII le otorgó a este obispo el edificio junto con el Señorío de Sigüenza, pasando a convertirse a partir de entonces y durante casi siete siglos (hasta 1796), en la cabeza de la Sede Episcopal de Sigüenza.
En 1297 el castillo fue tomado, brevemente, por los partidarios de Alfonso de la Cerda, aspirante al trono de Castilla, aunque los vecinos de la ciudad reconquistaron la fortaleza prendiendo fuego a sus puertas.
Durante la ocupación napoleónica el castillo abandonó su carácter de residencia obispal para ser cuartel de las tropas francesas desde 1808. El hostigamiento de Juan Martín el Empecinado les obligaría a abandonarlo momentáneamente, volviendo a ocuparlo en 1811.
En 1827 volvía a ser residencia de obispos, y albergó al rey Fernando VII y su séquito cuando volvían del balneario de Solán de Cabras.
Todavía sirvió de fortaleza en las Guerras Carlistas, por última vez, sufriendo grandes destrozos y siendo abandonado por los obispos como residencia. Una ruina que se completó en la Guerra Civil de 1936, y cuya restauración fue acometida en 1972.
El castillo, probablemente, estuvo rodeado por un foso en sus tres cuartas partes, completando la defensa natural del barranco situado al este.
Actualmente el castillo está totalmente restaurado y alberga el Parador Nacional de Sigüenza, recreando las partes interiores a la perfección, los salones y estancias en piedra tallada en que vivieron los obispos y su corte: mobiliario de época, armaduras, labradas chimeneas.
Негізгі бет Castillo de Sigüenza, Castillo parador, Castilla la mancha
Пікірлер: 13