Nuestra sociedad parece haber olvidado que somos seres mortales. En apenas dos generaciones, los ritos y símbolos con que antes se acompañaba la muerte, el morir y el duelo han desaparecido, convirtiendo la muerte en tabú. Desculturizar la muerte provoca dolor y sufrimiento añadido. Aleja de la sociedad a las personas que viven la experiencia condenándolas a la soledad, impidiéndoles que encuentren espacio, referentes o rituales.
La gran mayoría de personas pasarán el duelo por la pérdida de una persona querida, y va a ser más doloroso en una sociedad que vive de espaldas a la muerte. El duelo es como un camaleón. Afecta de formas múltiples y diferentes a las personas. Aunque la experiencia del duelo es universal, es también única para cada persona. Saber reconocer, dar espacio, acompañar y escuchar la narrativa es fundamental en el proceso de duelo. Esto es más difícil hoy en día.
Somos seres constitutivamente relacionales. Necesitamos a los otros para desarrollarnos como personas. También los necesitamos para morir y hacer el duelo. Comentaba el psiquiatra Murray Parkes que “el dolor del duelo forma parte de la vida, exactamente igual que la alegría del amor. Es el precio que pagamos por el amor”.
Негізгі бет Convivir y conmorir en redes relacionales. Clase Magistral de la Dra Montserrat Esquerda
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