Porque no podemos cambiar el mundo, pero lo que si podemos, es seguir aportando a la vida de cada uno de ellos.
Eiker nos enseño una vez más que los grandes maestros de la vida son los niños. Aprendemos de su sencillez, de su simpleza, de su inocencia...
Nunca te rindas, la vida vale la pena
Негізгі бет Cuando los sueños se transforman en una linda realidad
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