Martín Cruz y su esposa Rosario batallaban por dar valor a sus piezas artesanales. La competencia era brutal. Todos en el pueblo hacían canastas. Y tuvieron una idea, crear su propia obra. Vaya que fue una idea maravillosa.
Su taller es exitoso. Le pusieron el nombre de su hija: Clarita: 4141 055097
Негізгі бет Dejaron de hacer canastas de mimbre y crearon obras de arte. Les funcionó y hoy son admirados.
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