• Los mexicas no hacían objetos de oro, sino objetos con oro: plumas, madera, telas de algodón, todos con oro incorporado. Se trata de una imagen opuesta a la del tesoro conformado solo por arcones y monedas: Leonardo López Luján
Leonardo López Luján impartió la conferencia Del deseo al desencanto: Cortés, el oro del Templo Mayor y el tesoro de Moctezuma, mediante la cual detalló que el oro fue un mineral escaso en Mesoamérica: “México es un país pobre en oro nativo, oro puro, que se encuentra en forma de polvo de pepitas”. En torno a la llegada de Cortés a la ciudad prehispánica, refirió como los soldados españoles se percataron de que tras uno de los muros del Templo Mayor estaba oculto el “Teucalco”, tesoro heredado por el emperador Moctezuma Xocoyotzin, mismo que no podía tocar sino incrementar. “Se tardaron tres días en arrancar el oro a los penachos y las prendas mientras que los restos los arrojaron a la hoguera”, agregó el arqueólogo. Más adelante subrayó el contraste entre la conquista de México y la del Perú, ya que Cortés comenzó a repartir el oro de manera arbitraria mientras que “con el reparto de Pizarro, los soldados recibieron una cantidad cien veces mayor que la que Cortés repartió”.
Otro de los aspectos que ponderó Leonardo Luján fue que los mexicas se referían a este metal precioso como “teocuicatl”, excremento divino de los dioses. “El oro está simbólicamente relacionado al sol, con Huitzilopochtli y orientado al oriente”, concluyó el colegiado.
Негізгі бет Del deseo al desencanto: Cortés, El oro del Templo Mayor y el tesoro de Moctezuma
No video
Пікірлер: 57