Durante la madrugada del Miércoles Santo tiene lugar uno de los momentos más mágicos de la Semana Santa.
El silencio habitual de la noche baenense se ve interrumpido por el toque de los tambores que no cesará hasta la noche del Viernes Santo, momento en el que Jesús muere en la cruz.
Coliblancos y Colinegros invaden las calles del casco antiguo haciendo gala de toda su indumentaria y llenando de color todos los rincones de Baena.
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IMAGEN Y EDICIÓN: Juan Carlos Roldán Sillero
PRODUCIDO POR: ©Hobbyfoto
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