En el marco de una Feria del libro universitario de 2014, en Xalapa, el antropólogo huasteco Román Güemes presentó un libro peculiar: Hoy le canto a mi sustento. Romance para el sabor de la mesa huasteca. Poesía huasteca para la comida huasteca. La presentación se salió de los cánones habituales en una feria de libro; como en el quehacer académico de Román, después de las formalidades de rigor el asunto se tornó en convivio y fiesta: zacahuil, atole, música, versada y baile conformaron una sobremesa atípica y masiva. El júbilo de los amigos que se encuentran para celebrar algo importante -un canto a la identidad trocada en alimento- se siente en la música, se escucha en los versos improvisados para la ocasión.
Sobremesas huapangueras
Creo profundamente que las músicas tradicionales adquieren su verdadera dimensión en los espacios naturales donde surgieron. Las músicas de honda raigambre no fueron hechas para escenarios ni espectáculos, aunque muchas de ellas tengan una vida digna en esos espacios. La convivencia en el seno familiar, en una reunión de amigos, en un ritual de vida o de muerte, son algunos momentos donde el son huasteco desvela sus profundas conexiones con la cotidianidad. En estos tiempos sería bueno reivindicar la atención y el cuidado a la interpretación pero también a la escucha atenta. Acaso la magia de la convivencia entre amigos, al calor de la gastronomía local, los abrazos, las risas y el aguardiente, hacen de estos momentos musicales un hecho social tan contundente, casi imposible de llevar a un escenario o a un estudio de grabación.
Axel Juárez.
Негізгі бет El gusto, Tlacuatzin con Román Güemes - Sobremesas huapangueras
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