Edith Chumaña Caiza es una de las herederas de la tradición del hornado en Sangolquí, donde la conocen como “comadre chiquita”. Este apodo proviene de su madre, Dioselina Caiza, quien fue la comadre de decenas de sangolquileños.
Este negocio comenzó hace 65 años en un pequeño puesto del mercado local, donde al principio solo se preparaban uno o dos chanchos. Con el tiempo, su sazón fue ganando reconocimiento, y ahora es un esfuerzo que involucra a toda la familia.
Негізгі бет El hornado 'Comadre Dioselina' en Sangolquí: 65 años de tradición, historias y sazón
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