Esta reflexión surge de la necesidad de vivir más profundamente en el Recuerdo de sí, de Dios. Hay que atrevernos a vencer la apatía, el escepticismo, la mala voluntad, la pereza mental, etc., que no nos permitirán experimentar el tercer estado de conciencia. Quien experimenta el recuerdo de sí desde su conciencia, su vida ya no será la misma.
Cuando la mente se vacía de lo ilusorio, el Ser nos llena de su infinitud. Él es lo desconocido de instante en instante.
Негізгі бет EL RECUERDO DE SÍ, EL RECUERDO DE DIOS
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