Pero vamos al meollo del asunto; ahora, en este momento de la historia (y hace ya más de tres décadas en nuestro país, al menos) las mujeres se plantean cada vez menos gestaciones, cada vez menos hijos y, lo que lo complica un poco, cada vez más tarde o con más edad. Hay cada vez menos embarazos, pero las exigencias de salud de todos ellos es cada vez mayor al mismo tiempo. Esta salud requerida, tratamos de asegurarla (en la medida de que en biología podemos "asegurar" alguna cosa) con una visita hecha al ginecólogo entre tres y cuatro meses antes de quedar gestante.
De esta manera, reorganizamos la mejor dieta para la mujer, planificamos sus ejercicios físicos e incluso ayudamos a corregir el peso, tan importante para el desarrollo de ese embarazo (ver en www.neyro.com/.... Además, es el tiempo para realizar un perfecto y completo interrogatorio y solicitar algunos análisis en orden a asegurar (otra vez¡¡¡) determinados datos, a saber:
¿tiene la paciente anemia en este momento de su vida?
¿cómo está su nivel de vitamina D?
¿presenta alguna alteración metabólica?
¿qué medicaciones toma habitualmente?
¿está su enfermedad de base (si tiene alguna) bien controlada en este momento?
¿ingiere con frecuencia o tiene hábito por algún tipo de tóxico?
¿cómo es de variada y sana su dieta diaria?
¿realiza ejercicio físico con regularidad?
Ciertamente son muchas dudas y muchas preguntas a responder.
Негізгі бет Entre la microbiota vaginal y la visita de preparación para un nuevo embarazo.
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