III. INTERPRETACIÓN HISTÓRICA
La tercera consideración en cualquier interpretación debe ser la interpretación histórica, en la que se pesan cuidadosamente el ambiente y la influencia históricos inmediatos. Berkhof nos da un excelente resumen de consideraciones en esta fase de la interpretación.
1. Suposiciones básicas para la interpretación histórica.
a. La Palabra de Dios se originó de una manera histórica, y por lo tanto, puede comprenderse sólo a la luz de la historia.
b. La palabra nunca es comprendida plenamente hasta tanto no se perciba como una palabra viva, esto es, cómo se originó en el alma del autor.
c. Es imposible comprender a un autor e interpretar sus palabras correctamente a menos que sea visto a la luz del fondo histórico apropiado.
d. El lugar, el tiempo, las circunstancias, y el punto de vista prevaleciente del mundo y de la vida en general, naturalmente darán color a los escritos que son producidos bajo aquellas condiciones de tiempo, lugar y circunstancias.
2. Demandas al exégeta. En vista de estas presuposiciones, la interpretación histórica hace las siguientes demandas al exégeta:
a. Debe tratar de conocer al autor cuya obra ha de explicar: su ascendencia, su carácter y temperamento, sus características intelectuales, morales y religiosas, así como las circunstancias externas de su vida ...
b. Pesará sobre él la obligación de reconstruir, hasta donde sea posible, con los datos históricos a su alcance, y con la ayuda de hipótesis históricas, el medio ambiente en que determinados escritos que estén en consideración se originaron; en otras palabras, el mundo del autor. Tendrá que informarse con respecto a los aspectos físicos de la tierra donde los libros fueron escritos, y acerca del carácter e historia, las costumbres, moral y religión de las gentes entre las cuales o para las cuales fueron redactados.
c. Se dará cuenta de que es de suma importancia que considere las varias influencias que determinaron más directamente el carácter de los escritos que estén en consideración, tales como: los lectores originales, el propósito que el autor tenía en mente, la edad del autor, su estado de ánimo, y las circunstancias especiales bajo las cuales redactó su libro.
d. Además, tendrá que trasladarse mentalmente al primer siglo d. de J.C., y a las condiciones orientales. Debe colocarse sobre el punto de vista del autor, y tratar de penetrar su alma misma, hasta vivir, por decirlo así, su vida y pensar como él pensaba. Esto significa que tendrá que guardarse cuidadosamente contra el error, más bien común, de trasladar el autor al tiempo presente y hacerlo hablar el lenguaje del siglo veinte.
(Eventos del Porvenir. JDPenstecost. pag.39)
Негізгі бет Exégesis bíblica: Interpretación histórica.
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