Garabandal, Mejugorge, Lourdes, Fátima... la Virgen, en las apariciones, viene porque la necesitamos. Pero todo lo que huele a Dios el mundo lo odia. Sin embargo, sin conocerle, le busca. Dios, en su infinita misericordia no se olvida de nosotros. 60 años después del comienzo de Garabandal, nosotros al menos unos pocos no nos olvidamos e Ella. Y Ella... cuida de sus hijos.
Негізгі бет Garabandal : la Conclusión - P. José Luis Saavedra
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