Alguien golpeó dos veces en la puerta de la oficina. Mateo Soto, sin apartar la mirada del monitor de la computadora donde estaba llenando algunos documentos, intentó gritar lo más fuerte posible: "¡Adelante!" para que se le escuchara más allá de la puerta. La persona que golpeaba claramente escuchó la respuesta del doctor porque inmediatamente después de que el doctor lo dijera, la puerta se abrió y un hombre entró a la oficina. Lucía bastante respetable: un traje caro azul oscuro que combinaba bien con una corbata roja y una camisa blanca como la nieve que le quedaba bien a este hombre delgado y de cabello claro, que parecía tener alrededor de 35 años. El nombre del hombre era Pedro Giménez, y al entrar a la oficina con una chaqueta abrigada doblada en sus manos, saludó al doctor.
- 6 ай бұрын
Hacía más de 10 años que no veía a su madre y llegó a ella con malas noticias.
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