El Pastor Javier Bertucci llevó la enseñanza de la palabra de Dios el domingo 15 de mayo del 2011. El tema de la siembra y la cosecha, como fundamento del verdadero y sostenido éxito en la vida del cristiano, fue desarrollado para provecho, crecimiento y bendición de cada hijo de Dios presente en el lugar, trayendo revelación sobre el poder que hay en cada semilla que Dios entrega y cómo ese poder se desarrolla, solo cuando la sembramos.
2 Corintios 9:10: "Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia"
Dios no da semilla escasa, Él provee y multiplica tu semilla; siempre está dispuesto a prosperar y aumentar tu semilla. Es importante destacar, que Dios ve el dar como un acto de justicia. La acción de dar es una acción de justicia en tu vida.
La justicia es de acuerdo a lo que Dios quiere que hagas; cuando haces lo que Él te pide, eso es justicia. Tenemos varios ejemplos: cuando Abraham hizo lo que Dios le pidió, le fue contado como justicia. El bautismo de Jesús representó un acto de justicia para el cielo, aunque Él no tenía que ser bautizado, pero lo hizo, para cumplir toda justicia. Asimismo, un solo acto de justicia puede generar bendición para tu familia, para tu descendencia.
El dar es un fruto de justicia, como tal, no es negociable. Dios no negocia su justicia. El dar es un acto de justicia y siempre la justicia está sobre la ley. Para Dios el diezmo y la ofrenda es una ley. Dar para Dios va más allá.
Mateo 5:20 "Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos"
Como cristianos deberíamos ser más justos que un impío. Egoísmo equivale a impiedad; en tanto el dar es un acto de justicia. De manera que el que da es cumple con la justicia de Dios, en cambio el egoísta es impío, porque "Impiedad" significa "estar fuera de la piedad". El código de la fe siempre es dar y bendecir.
Cuando Cristo viene a tu vida, tu alma se llena de amor y das, entonces vives para Dios y no para amontonar. El dar es un acto de justicia; mejor es dar que recibir. Justicia es dar a tu prójimo. El Reino de Dios consiste en dar; incluso, Él lo dejó todo por amor.
"No hay cosecha sin semilla"
La semilla es el principio, no hay cosecha si primero no hay semilla; Dios cuenta tu semilla y Él utiliza los términos de semilla en bendición. Pero, hay un orden: No hay cosecha sin semilla, debes discernir que no siempre lo que Dios nos manda es cosecha. Lo que piensas en un momento que es una cosecha, puede ser más bien, semilla, misma que en su momento te dará cosecha.
La única forma de mantenerte en pie es ligado a Dios. Nuestra fuente es Dios y si perdemos algo, lo recuperaremos en Dios. Dar significa justicia, primero es la semilla. Dios es el dueño del oro y la plata, y Él suplirá todo lo que nos haga falta.
La semilla se siembra, la cosecha se come. Si te comes la semilla no cosecharás y vivirás en pobreza todo el tiempo. Satanás sabe que si roba tu semilla te desenfocará del propósito de Dios. La iglesia necesita ser influencia, por lo tanto debe ser próspera. La Palabra de Dios te enseña cómo; te guste o no, este principio, es real. No defiendas tu pobreza y miseria, defiende el Reino de Dios, la pobreza no es de Dios.
Asegúrate que lo que te estás comiendo es la cosecha y no la semilla. Es imposible tener una buena relación con Dios y no estar prosperado; en eso hay un problema, porque Dios desea que seamos prosperados en todas las cosas. No podemos estar rechazando las bendiciones de Dios. No entres en un ritmo de escasez; da tu semilla y cosecharás. La semilla es para sembrarla.
Todo árbol plantado tiene que dar fruto a su tiempo. No puedes crecer si no tienes un fundamento en Dios. Los hijos de Dios tenemos el potencial de crecer; no insistas en quedarte pequeño. El principio es la semilla y hay que sembrarla.
2 Corintios 9:10: "Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia"
Dios no te pide lo que no tienes; Él te pide lo que tienes. Dios le pidió a Abraham su hijo, porque lo tenía. Aunque muchas veces insistas en darle a Dios lo que no tienes, en cuanto lo tengas no se lo darás, porque Dios te pedirá lo que te importa y tienes, porque sino no es ofrenda. Dios nos dio a su Hijo porque lo amaba; por eso, Él te pide lo que amas. Con lo que te sobra no le muestras amor a Dios. Caín y Abel fueron separados por una ofrenda. Dios se agradó de la ofrenda de Abel porque dio mejor ofrenda que su hermano.
Негізгі бет ¡Hay poder en tu semilla! Pastor Javier Bertucci (Domingo 15-05-2011)
Пікірлер: 29