Una de las señas de identidad de Huelva, tanto desde el plano arquitectónico e histórico como el sentimental, es el Santuario de Nuestra Señora de la Cinta, todo un icono, un referente de Huelva y de todos los onubenses, un lugar cargado de historia, de arte y de emociones, que acoge en sus entrañas a la Patrona de Huelva, Nuestra Señora de la Cinta, “La Virgen Chiquita”, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Huelva.
Este precioso santuario se encuentra ubicado en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, en su zona más alta, en el cabezo de “El Conquero”, de esta manera, uniendo símbolos, el lugar se mitifica. Si bien en el momento de su construcción se encontraba la ermita alejada del casco antiguo, como todas las ermitas, actualmente y debido al crecimiento de Huelva, forma parte de la ciudad, sin llegar a estar fagocitada.
Aún no había amanecido, con los faroles de la fachada del claustro que permanecen encendidos, aportando tonos ocres en una escena evocadora. Ahí está, con su larga historia, dispuesta un día más a acoger el fervor religioso de los fieles y a ser admirada por los devotos (y los no devotos).
Nos disponemos a recorrer desde distintos ángulos este encalado santuario para descubrir su belleza y su historia. Nos hallamos ante un edificio de estilo gótico-mudéjar del siglo XV, recibiendo influencias del Monasterio de La Rábida. Su planta presenta forma rectangular dividida en dos partes perfectamente diferenciadas, recordando las plantas de las mezquitas musulmanas.
Estamos en la primera parte del conjunto, que lo conforma un patio o claustro donde observamos su fachada que da acceso al mismo. En ella apreciamos una serie de vanos: la puerta, situada en el centro, rematada por una pequeña espadaña con campana y coronada con una cruz de forja. A cada lado de la puerta se encuentran dos amplios vanos con arcos de medio punto, y en cada esquina de la fachada aparece un pequeño vano que coincide, cada uno de ellos, con una galería porticada del patio. Todos los vanos están enrejados en color negro, que contrasta con el blanco reluciente del edificio. Cuatro farolitos, dos de ellos escoltando el acceso central, son los encargados de aportar la adecuada luz melancólica.
Accedemos al claustro, el “Patio Claustral Obispo González Moralejo”, construido en 1901 y que consta de galerías porticadas con arcos de medio punto en tres de sus cuatro lados. En él se encuentran diferentes placas conmemorativas, antiguas lápidas y una preciosa azulejería de Daniel de Zuloaga representando el Vía Crucis. En la imagen cenital de este patio observamos en el centro, en el suelo, una preciosa y amplia rosa de los vientos escoltada por cuatro naranjos, creando así una estampa muy andaluza.
En el claustro se encuentra el acceso al santuario propiamente dicho, y lo hace a través de tres puertas del siglo XVI formadas por arcos de herradura apuntados realizados en ladrillo.
En el siglo XVIII se construye un segundo piso, donde se encuentran la hospedería y la casa del santero. Precisamente es esta ampliación la que está rematada con la característica espadaña de dos cuerpos.
En varios momentos apreciamos en las imágenes la figura de una devota que reza en el exterior, en la puerta de acceso al claustro, sin duda una escena vespertina que resume el simbolismo de este lugar. Precisamente este exterior está compuesto por la Plaza de los Capellanes, donde se encuentra en su centro la Cruz de los Ángeles. Esta plaza es la antesala del claustro y la ermita, y además es un gran mirador donde podemos observar fabulosas puestas de sol en la desembocadura del río Odiel y sus marismas, unas vistas de postales.
La devoción a la imagen de la Virgen de la Cinta, la creación de su Hermandad y la construcción de este santuario en su honor datan del siglo XV y su origen se relaciona estrechamente con la aventura del Descubrimiento, por lo tanto, en Huelva, la Virgen de la Cinta es colombina. En este santuario, Cristóbal Colón rezó y encendió una vela el día 3 de marzo de 1493 tras su primer viaje como cumplimiento de voto para agradecer el éxito de la expedición.
Como hemos comprobado, no puede haber más historia y simbolismo.
NOTA: algunas imágenes o vídeos han podido ser cedidas sin ánimo de lucro por amigos y colaboradores del canal.
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