Continúe desentrañando las profundidades del Capítulo 2 de Jeremías en 'El desafío divino de Jeremías: Enfrentando la infidelidad - Parte 2'. Este segmento profundiza en las consecuencias de la infidelidad de Israel y su búsqueda de ídolos sin valor mientras Jeremías argumenta con vehemencia el caso de Yahuah contra su pueblo. Como cuenta Jeremías, "Mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha", articula la tragedia de Israel abandonando a Yahuah, "la fuente de aguas vivas", por cisternas rotas que no pueden retener agua.
Esta parte examina cómo el adulterio espiritual de Israel no sólo pone en peligro su propia paz y bendiciones, sino que también disminuye su papel como nación ejemplar de Yahuah entre los gentiles. El episodio analiza las implicaciones de las acciones de Israel: alejarse de una relación dadora de vida con Yahuah y descuidar su misión de guiar a las naciones hacia la justicia y el amor divino. Reflexionamos sobre cómo la adhesión a las leyes de Yahuah no es sólo para el beneficio de Israel sino como un paradigma de justicia y paz divinas que podría transformar el mundo.
Jeremías 2, parte 2 Sin embargo, yo os había plantado una vid escogida, toda ella semilla verdadera. ¿Cómo, pues, os habéis convertido delante de Mí en planta degenerada de vid extraña? Aunque te laves con lejía y uses mucho jabón, tu anarquía está arraigada ante Mí”, dice Aduni Yahuah. “¿Cómo dices: “No estoy contaminado, no he ido tras los Belim”? Mira tu camino en el valle, conoce lo que has hecho: veloz dromedario que se suelta en sus caminos, asna salvaje acostumbrada al desierto, olfateando el viento en el deseo de su ser, en su tiempo de apareamiento, que la rechaza. ? Todos los que la buscan no necesitan cansarse; en su mes la encuentran. Guarda tu pie de estar desnudo, y tu garganta de la sed. Pero tú dijiste: "Es inútil, porque amo a los extraños, y voy tras ellos". Como se avergüenza el ladrón cuando es descubierto, así se avergüenza la casa de Yisharal, ellos y sus reyes y sus jefes y sus cabezas. los sacerdotes y sus profetas, diciendo al árbol: "Tú eres mi padre", y a la piedra: "Tú me diste a luz". Porque me han dado la espalda y no el rostro. Pero en el tiempo de su calamidad dicen: "Levántate y sálvanos". Pero ¿dónde están los valientes que os habéis hecho? Déjalos surgir, mira si te salvan en el tiempo de tu calamidad. Porque tus valientes se han vuelto tantos como tus ciudades, Yahudah. ¿Por qué os quejáis conmigo? Todos vosotros habéis transgredido contra Mí”, dice Yahuah. “En vano he golpeado a tus hijos; no recibieron instrucción. Tu espada ha devorado a tus profetas como león destructor. ¡Generación, ved la palabra de Yahuah! ¿He sido un desierto para Yisharal o una tierra de oscuridad? ¿Por qué dice mi pueblo: “Nos hemos desprendido; ¿Ya no venimos a ti? ¿Olvidaría una doncella sus adornos, o una novia su diadema? Sin embargo, mi pueblo se ha olvidado de mí, días sin número. ¿Por qué embelleces tu forma de buscar el amor? Por eso has enseñado tus caminos incluso a las mujeres malas. Hasta en vuestras faldas se encuentra la sangre de las vidas de los pobres inocentes. No los encontraste irrumpiendo, pero a pesar de todo esto, dices: 'Porque soy inocente, ciertamente su ira se apartará de mí. Mira, traeré juicio sobre ti, porque dices: 'No tengo'. pecado." ¿Por qué andas tanto, cambiando tu camino? Así como en Mitsrim os decepcionasteis, también os decepcionaréis en Ashshur. De éste también saldrás con las manos sobre la cabeza. Porque Yahuah ha rechazado a aquellos en quienes confiáis, y no prosperaréis con ellos.
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