Romance tradicional español, adaptado en el México colonial, - canción de día de muertos y todos santos
Arreglos: Óscar Chávez
-¡Levántate, Delgadina
ponte tu falda de seda!,
que nos vamos a la misa
a la ciudad de Morelia.
Delgadina se paseaba
de la sala a la cocina,
con su vestido de seda
que su pecho le ilumina.
Cuando salieron de misa,
su papá le platicaba:
"Delgadina, hija mía,
tú serás mi prenda amada."
-¡No lo quiera Dios del cielo,
ni la virgen soberana!,
que es ofensa para mi madre
y perdición de mi alma.
-Júntense mis once criados,
encierren a Delgadina;
si les pide de comer,
no le den comida fina.
-Mamacita de mi vida,
un favor te pediré,
que me des un vaso de agua
que ya me muero de sed.
-Delgadina, hija mía,
no te puedo dar el agua,
si lo sabe el rey tu padre,
a las dos nos quita el alma.
-Papacito de mi vida,
un favor te estoy pidiendo,
que me des un vaso de agua
tu castigo estoy sufriendo.
-Júntense mis once criados,
llévenle agua a Delgadina,
en plato sobre dorado,
vaso de cristal de china.
Le fueron a dar el agua,
Delgadina estaba muerta,
con sus brazitos cruzados
y con su boquita abierta.
La cama de Delgadina
de ángeles está rodeada;
la cama del rey su padre,
de demonios apretada.
Delgadina está en el cielo,
dándole cuenta al creador;
al contrario, el rey, su padre,
está con el diablo mayor.
Ya con esta me despido,
con la flor de clavellina,
aquí se acaban cantando
versos de la delgadina.
Негізгі бет LA DELGADINA - ÓSCAR CHÁVEZ
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