Las pausas ignacianas son una práctica de la espiritualidad ignaciana, inspirada por San Ignacio de Loyola. Se trata de un ejercicio diario de autoevaluación y reflexión que ayuda a las personas a tomar conciencia de su día y de la presencia de Dios en sus vidas.
La pausa ignaciana generalmente consta de tres momentos esenciales12:
Dar gracias: Revisar el día y agradecer por al menos un momento en el que se haya sentido la presencia de Dios.
Pedir perdón: Reflexionar sobre los errores cometidos y pedir perdón por ellos.
Pedir ayuda: Solicitar a Dios su apoyo y guía para el día siguiente.
Este ejercicio no solo ayuda a cerrar el día con una actitud de gratitud y reflexión, sino que también orienta a las personas en su oración constante y en la búsqueda de una vida más consciente y plena
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Негізгі бет La Pausa Ignaciana, una practica de espiritualidad
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