Todo empezó en Cesarea de Filipo,
Cristo preguntó a los suyos, sin ningún filtro:
"¿Quién dicen que soy?" Pedro respondió,
“¡Tú eres el Mesías!” y así el Señor lo nombró.
Mateo dieciséis, dieciocho y diecinueve,
Cristo le da las llaves, la verdad se mueve,
“Sobre esta roca edificaré mi Iglesia”,
Pedro es el fundamento, sin ninguna aspereza.
Él es la piedra firme, el primer Papa,
Guía de los fieles, de la fe no escapa.
El papado no es invento, es mandato divino,
Una línea de sucesión, desde el primer camino.
San Ignacio de Antioquía, siglo primero,
Escribió sobre Roma, la Iglesia del Cordero.
“La que preside en amor”, la que es columna,
No hay otra igual, su verdad no se esfuma.
San Clemente de Roma, en su carta lo afirma,
A los Corintios envía paz y doctrina.
Un Papa interviniendo en iglesias lejanas,
Muestra autoridad que no es cosa vana.
San Ireneo decía, “Donde está el Obispo de Roma,
Allí está la verdad que toda Iglesia toma.”
La Tradición lo aclara, la Escritura lo refrenda,
La fe católica, su historia, no se enmienda.
El Papa es el pastor, que cuida su rebaño,
Jesús le dio el mando, no es cuento ni engaño.
En Lucas veintidós, a Pedro se le encomienda,
"Confirma a tus hermanos", eso nunca se dispenda.
“Apacienta mis ovejas”, en Juan veintiuno,
Palabras del Maestro, para el número uno.
Pedro recibió el cargo, guiar y enseñar,
En la barca de Pedro, es Cristo quien va a remar.
San Agustín lo declaró sin temor,
"Roma ha hablado, el caso está cerrado, Señor."
El Magisterio es claro, la fe está segura,
El papado es roca, no simple estructura.
En la historia hay cismas, hay divisiones,
Pero el Papa es la unidad en todas las regiones.
San León Magno, su voz es potente,
Defendió la doctrina, fue roca, fue puente.
El Concilio de Calcedonia lo aclamó con fervor,
“Pedro ha hablado”, con su gran clamor.
El Papa es el Vicario, no es sólo un papel,
Es cabeza visible de la Iglesia de Emanuel.
En la silla de Pedro, Cristo es quien reina,
Guía a sus fieles, con verdad tan plena.
Sin el Papa, la fe pierde dirección,
Pero con él, seguimos en comunión.
La autoridad papal es un don celestial,
No es tiranía, es guía espiritual.
La Escritura y los Padres lo dejan bien claro,
Pedro y sus sucesores son luz en el faro.
La Iglesia es una, santa, católica y apostólica,
Y el Papa es su guardián, en fe católica.
Para los que dudan, que lean y vean,
La verdad del papado en cada línea se vea.
Con humildad seguimos la voz del Pastor,
En la silla de Pedro, reconocemos al Señor.
La sucesión es clara, la Escritura es fiel,
El Papa es roca firme, ¡alégrate, Israel!
Негізгі бет La Silla de Pedro - Defensores de la Gloria.
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