¿Os acordáis de eso? No hace tanto… han pasado apenas unos meses. Feliz 2020, pedíamos. Y este año que se presumía tan redondo, tan perfecto, tan ideal… se está convirtiendo en una auténtica pesadilla.
La culpa la tiene un virus aún de origen algo desconocido que está arrasando por todo el mundo. Una pandemia global. Un caos generalizado. Un cóctel letal para la población de riesgo.
El mensaje es que nos quedemos en casa. Que todo pare. Que nadie se mueva. Para que muy pronto, el mundo pueda seguir girando.
Es una situación crítica, porque como sociedad, nos encanta estar en movimiento. Y esto nos mantiene quietos, probablemente durante mucho tiempo. Pero aún así nos reinventamos. Buscamos nuevas formas de comunicarnos, de vernos, de sentirnos. Por fin nos ponemos de acuerdo en cosas, por fin las valoramos, por fin nos unimos para causas no perdidas.
Ojalá de todo esto aprendamos a valorar como se merecen a los profesionales de los servicios básicos, que nunca están quietos. Porque no pueden, porque se les necesita en todo momento. Y especialmente al personal sanitario, que son el motor de la vida, que se dejan el alma en los hospitales, que arriesgan su salud por salvar otras.
Ojalá empresarios y clientes, responsables y empleados, jefes y peones, altos cargos e incluso parados, todos, valoremos lo que tenemos, pero también lo que no tenemos. Porque lo que nos falta, en momentos así, nos define aún más. Y ahora, quizá falte dinero, quizá falte trabajo.
Pero sobre todo, nos faltan abrazos. A nuestras familias, a nuestros mayores, a nuestros amigos. Nos faltan besos. A nuestras parejas, o a desconocidos, da igual. Nos faltan. Echamos de menos lo más esencial. Lo que no se puede medir en euros, ni en gramos, ni en kilómetros de distancia. Tocarnos, sentirnos, acariciarnos… no sé, volver a ese fin de año en el que incluso tu cuñado te parece agradable. Sí, porque estamos juntos. Y ahora que no podemos, ahora que estamos solos, es cuando nos damos cuenta de lo dura que es la soledad cuando no la eliges.
No sé, yo siempre me creí a Sully en Monstruos SA cuando decía aquello de que las risas son 10 veces más enérgicas que los sustos, porque son energía positiva.
Si queréis, podemos agarrarnos juntos a eso. A neutralizar el susto, a entender que el miedo es fuerte y contagioso, sí, como un virus. Pero que tenemos la vacuna. Que la hemos encontrados en la risa, en la alegría, en la esperanza.
Necesitamos gritar más fuerte que nunca.
Todavía estamos a tiempo.
____
Si quieres leer más reflexiones así:
"EL AMOR NO VALE LA PENA, VALE LA ALEGRÍA"
(Edición de bolsillo)
**(ESPAÑA)
amzn.eu/jb3HfhP
**(RESTO DEL MUNDO)
a.co/akhrfvz
____
¡SÍGUEME EN LAS REDES SOCIALES!
*Facebook.com/MateoSanchezTV
*Twitter.com/MateoSanchezTV
*Instagram.com/MateoSanchezTV
____
¡Dale a LIKE y COMPARTE!
/ mateosanchezweb
#Covid19 #Coronavirus #Vacuna
Негізгі бет LA VACUNA | Mateo Sánchez
Пікірлер: 8