Laudate Dominum, a 8 de FRANCISCO LÓPEZ CAPILLAS (1614-1674), versión contenida en el Convento de la Encarnación (Nueva España), reasguarda actualmente en la Biblioteca Newberry de Chicago. También se encuentra una versión de este salmo en la Catedral de Oaxaca.
“Hasta ahora, la vida musical de Francisco López Capillas se puede dividir en tres etapas. La formativa, que cubre el periodo de 1636 a 1641, en la que trabajó como ministril de bajón en la capilla catedralicia metropolitana bajo la tutela del maestro Antonio Rodríguez de Mata. La práctica que abarca los años de 1641 a 1648, en que bajo múltiples tareas musicales (cantor, bajón, organista, suplente maestro de capilla y compositor) desempeñó indirectamente el cargo que ocuparía unos años más tarde. Y en la que llega al cenit, 1654-1674, periodo en que compuso la mayor parte de su obra.
De su estancia en la ciudad angelopolitana, algunos investigadores suponen que el mismo Francisco López renunció para irse a la Catedral de México como organista tras el posible ofrecimiento del maestro Fabián Ximeno. Sin embargo no hay registros que documenten esta posibilidad. Sólo se puede concluir que, en términos generales, para él, la estancia en Puebla fue una experiencia constructiva en cuanto a su preparación musical al trabajar con el notable maestro de capilla Juan Gutiérrez de Padilla y ser parte del momento histórico de mayor esplendor musical de esa ciudad. La situación económica y autónoma de la catedral mejoró hacia 1668, a partir de la llegada del arzobispo fray Payo de Rivera, quien propició y exigió una independencia administrativa y gubernativa del cabildo frente al poder civil.
Durante el magisterio de capilla de nuestro compositor se pueden apreciar dos etapas muy definidas: la primera, que abarca de 1654 a 1668, la cual se caracterizó por su dificultad, austera económicamente hablando y con contratiempos con el cabildo. La segunda, que abarca los seis años siguientes, la situación de Francisco López cambia radicalmente debido, en primer lugar, al apoyo que le brindó Fray Payo García de Rivera, y segundo, a la ración que se le concede. Las composiciones musicales de Francisco López al demarcarse dentro del estilo estricto de la música religiosa denotan los objetivos prácticos de la época. La vida de Francisco López Capillas es ejemplo del hombre del siglo XVII, que eligiendo la carrera eclesiástica pudo pertenecer a uno de los cuerpos de gobierno de la jerarquizada sociedad novohispana, cosa que probablemente por medio del poder civil no lo hubiese logrado. Su vida como músico demuestra la difícil situación a la que se enfrentaban los amantes de Euterpe, quienes en el caso de arriesgarse a seguir su vocación, debían ser sumamente destacados si deseaban obtener un nivel de vida desahogado, pero que en el caso específico de nuestro maestro alcanzó la cúspide al ocupar el codiciado y prestigiado magisterio de capilla de la más importante catedral americana”. RUTH YARETH REYES ACEVEDO, “Francisco López Capillas, un músico del siglo XVII ", Heterofonía 142, México, enero-junio de 2010, pp. 55-90.
"Los libros de coro de Newberry:
Hace cien años, el 30 de marzo de 1899, la Biblioteca Newberry recibió seis grandes libros de coro donados por Charles Hutchinson, un benefactor de las instituciones culturales de Chicago. Hutchinson acababa de regresar de México, adonde había viajado con el coleccionista Edward Ayer, y donde había descubierto una importante fuente de música colonial mexicana. Desafortunadamente, hay una laguna en los diarios que Ayer llevó sobre sus viajes mexicanos para el periodo de esta adquisición; por lo tanto no sabemos en qué lugar específico fueron comprados estos libros de coro.
Los libros de coro fueron copiados para el Convento de la Encarnación de la ciudad de México, fundado en 1595 por monjas concepcionistas, llegó a ser uno de los conventos más ricos de la ciudad. La autora del siglo XIX, la marquesa Calderón de la Barca, describe el convento como un palacio con fuentes, patios, cuartos muy amplios y donde las monjas tenían sirvientes. Como era usual en los conventos femeninos, se interpretaba música regularmente y el órgano original aún estaba en uso en aquella época: primera mitad del siglo XIX. Todavía era en este periodo el convento más rico de México, con excepción del de La Concepción".
ENRIQUE ALBERTO ARIAS, "Fuentes musicales de la Nueva España en la Biblioteca Newberry de Chicago", Heterofonía 120-121, México, enero-diciembre de 1999, pp. 55-64.
Obra extraída del álbum: JUAN DE LIENAS. VESPERS. Music from the Convento de la Encarnación, México City.
Interpretan: The Newberry Consort.
Dirige: Ellen Hargis.
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Imágenes del video: Arcángeles en Gloria (1726) de MARCIAL DE SANTAELLA (fines del siglo XVII a inicio del siglo XVIII), en la Catedral de Oaxaca (Oaxaca, 22 diciembre 2023).
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