Donde ahora no hay más que maleza y restos de algún muro, hace más de 110 años brilló con luz propia uno de los complejos de ocio más exclusivos de su tiempo. En su casino se fundieron en muy poco tiempo, grandes fortunas. Del GRAN CASINO DE LA RABASSADA, hoy solo queda el recuerdo.
La sierra de Collserola era, como hoy, el gran pulmón de Barcelona, el lugar ideal para aislarse en familia durante las frecuentes epidemias que asolaban la ciudad. Muchos comerciantes y burgueses se fueron estableciendo sus segundas residencias en sus laderas.
Así nacieron las urbanizaciones como la de Vista Roca, en los alrededores de Can Cortés, en el término de Sant Cugat del Vallés. Uno de los propietarios de la zona era Josep Sabadell el personaje principal de nuestra historia: Con la construcción de la carretera de la Rabassada (1877) y el “Parque de atracciones del Tibidabo” (1900) la zona era una “perita en dulce” para cualquier inversor con perspectivas de futuro.
Josep Sabadell convenció a algunos inversores franceses miembros del Círculo de Extranjeros para adquirir el conjunto (1808) más 10 hectáreas de terreno.
La idea era construir el que debía ser el mayor y más exclusivo complejo de ocio junto a la ciudad. Registraron la Societat Anònima La Rabassada SA ypusieron sobre la mesa dos millones y medio de pesetas y contactaron con el arquitecto Andreu Audet i Puig para encargarle las obras.
La idea subyacente era situar dentro del club privado, el casino, a fin de capear la ley que impedía abrir salones de juego en los establecimientos públicos. Junto a él se iba a instalar un gran parque de atracciones que iba a dejar pequeño el del vecino parque del Tibidabo.
El recinto se abrió el 15 de julio de 1911 con una inauguración apoteósica. A la recepción acudió la flor y nata de la burguesía barcelonesa y extrangera. El discurso inaugural lo presidió el entonces alcalde de Sant Cugat, Martí Rodó. Degustaron una magnífica cena de presentación preparada por cocineros expresamente llegados de París.
Los promotores del proyecto habían instalado una línea de tranvías alquilados en Marsella que iba, en su origen, desde la hoy calle Craywinckel hasta las puertas del casino. El primer día se produjo ya una avería en el convertidor de la central eléctrica, aunque el servicio se reanudaría cuatro días más tarde (19/7/1911). Ante el contratiempo, la empresa puso a disposición de los visitantes una flota de coches con conductor ya que el funicular no daba al abasto… pero la mayoría de curiosos no pudieron llegar de ningún modo y tuvieron que conformarse con pasar el día un poco más abajo, en el Hostal de l´Arengada.
Tenía salones de lujo, peluquería, servicio médico, salón de billares, teléfonos, oratorio, un teatro con capacidad para doscientas personas, restaurantes donde podías cenar por 5 pesetas… baños termales, salas de baile y un hotel con fantásticas habitaciones que costaban la friolera de ocho pesetas la noche.
En el exterior esperaban a los visitantes unos espectaculares jardines con esculturas, pérgolas, glorietas y fuentes…y una terraza-mirador con quioscos de bebidas.
EL PARQUE DE ATRACCIONES
A través de una gran escalinata se accedía a unas atracciones con nombres ingleses: la bolera, espejos mágicos, el Lawn Tennis, el Rowling Halleys, el Cake Walk, el Scenic Railways, tiro al pichón, la Maison Hantée y sobre todo una imponente montaña rusa de dos kilómetros. Scenic Railway que discurría, en parte del trayecto, por largos túneles subterráneos. Había sido diseñada por Marcus Adna Thompson, el inventor de la montaña rusa (1885). Competía con el parque de atracciones del Tibidabo, abierto 10 años antes…y sobre todo con el novísimo Saturno Park…pero el parque de la Rabassada era el más grande de Cataluña y…disponía de casino!.
La misma noche de la inauguración se presentaron las autoridades para clausurar el casino … aunque enseguida se solucionó el trámite para volverlo a abrir.
EL OCASO DEL NEGOCIO
Pero el gran negocio del casino no duró ni un año. En 1912, el presidente del gobierno, José Canalejas, (1910-1912) estaba a punto de legalizar el juego… pero fue asesinado un día antes … de la firma de la ley.
Sabadell viajó a Madrid acompañado de Pablo Iglesias y de Alejandro Lerroux para intentar solucionar el problema del casino de una vez por todas… pero volvió a Barcelona con las manos vacías.
La cosa se puso aún más fea en 1923, cuando la dictadura de Miguel Primo de Rivera, prohibió definitivamente el juego cortando de raíz toda permisibidad.
La ruleta del casino aún giraba en ocasiones especiales…Justo la noche antes de la proclamación de su dictadura, el mismo Miguel Primo de Rivera, que era amigo de la familia propietaria … estaba en el casino jugando en su ruleta…
LÍMITE DEL TEXTO.. historia completa en nuestro Facebook: @Fincas Ray
Негізгі бет LUGAR ABANDONADO
No video
Пікірлер