Marta y María. Lectio de Lucas 10, 38-43
P. Fidel Oñoro cjm
(06. 10. 2020)
Se afronta esta bella página del evangelio de Lucas con todos sus detalles.
El punto de partida es la circunstancia y la presentación de los personajes.
Luego se ahonda en la confrontación entre Marta y María, tomando como referencia lo que Marta le dice a Jesús.
Finalmente se analizan una por una las palabras de respuesta de Jesús.
La cuestión de fondo es: ¿cómo se recibe a Jesús en la casa y en la vida?
La actitud discipular de María resulta ejemplar porque acoge a Jesús en su propia vida, así como la tierra buena descrita en la parábola. En cambio Marta da señales de la tierra infectada de espinas por causa de ‘las preocupaciones’ (o mejor, del estrés) que dispersa, distrae y bloquea.
Contemplación y acción no se contrapone , al contrario, se reclaman la una a la otra. Eso sí, se requiere un orden: partir de la escucha del Maestro para poder servirlo.
Como se recuerda en esta ocasión: para servir el Reino primero hay que escuchar al Rey. Y también: para ser buenas Martas en el servicio, hay que ser buenas Marías en el discipulado de la Palabra.
Marta intentaba dar, María estaba dispuesta a recibir. Y esto último es lo que Jesus espera. Darse en el servicio, sí, pero recibiéndolo primero a él. Así no le daremos sólo algunas cosas, sino nuestra vida entera, nuestro corazón, a él como nuestro verdadero Señor y Maestro.
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