La simplificación y corrupción del lenguaje en política pueden tener graves consecuencias. Cuando los políticos usan frases simplistas y eslóganes, distorsionan la realidad y manipulan la opinión pública. Esta práctica puede fomentar la polarización y el extremismo, ya que las complejidades de los problemas son ignoradas en favor de narrativas fáciles de consumir pero engañosas. Además, la manipulación del lenguaje y su creciente simplificación puede erosionar la confianza en las instituciones democráticas. Si los ciudadanos perciben que los políticos no son honestos o transparentes, pueden volverse cínicos y desilusionados con el proceso político, lo que debilita la participación cívica y el compromiso democrático.
Antes de aullar con furia porcina sobre detalles técnicos de los vídeos, te invito a que leas el siguiente decálogo:
fabiancbarrio.com/decalogo.html
La única rebelión posible es la personal. Cuando lo acepta, ese desgraciado individuo, conocido con el nombre de hombre, arrojado muy a pesar suyo en este rincón del Universo, es capaz de sembrar al fin algunas rosas en las espinas de la vida.
Soy Fabián C. Barrio, el viejo lesbiano que ulula sobre una roca en mitad del Mediterráneo. Escritor y viajero chipriota. Overlander majestuoso. Hablo para vivir. Soy el Alcalde.
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Негізгі бет 🟡 ¿NOS QUEDA LA PALABRA? -- Los engranajes de Occidente 10
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