Un apuesto hombre de mediana edad salió de la tienda con dos encantadoras gemelas de diez años. Eran criaturas encantadoras, dos pequeñas princesas vestidas de rosa, encaje y lazos. Sus rizos blancos ondeaban al viento. Las niñas reían y discutían sus compras, mientras su padre sonreía.
Una mujer mendiga envuelta en harapos raídos estaba parada junto a los escalones que conducían desde la entrada. El sol cegaba sus ojos, y entrecerraba la vista al mirar a las niñas. La mujer mendiga trató de proteger su rostro con la mano, ya que el sol le daba directamente en los ojos. Una de las niñas se detuvo de repente y miró fijamente a la mujer mendiga. La otra también se detuvo, siguiendo la mirada de su hermana, y de inmediato le dijo esto a su padre.
Негізгі бет Papá, allá mamá está pidiendo comida", dijeron las hijas al papá.
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