Alejandro Ferreiro (conocido como Pechito) deambuló por las calles desde niño hasta que, a los 28 años, se instaló en la calle Scalabrini Ortiz, próximo a la avenida Santa Fe, en Palermo. Dormía a la intemperie, en la vereda, recostado a la pared de una sucursal del banco BBVA Francés, con dos perros (Galo y Pechín), en un colchón de una plaza, con un TV conectado al cable (era adicto de “Los Simpson”, la popular sátira animada que recrea la vida de una familia de clase media estadounidense y su entorno) y un equipo de música con el que hacía karaoke en algunas tardes.
Tales características lo convirtieron en un personaje conocido en la ciudad, que solía ser foco de notas periodísticas para medios gráficos y televisoras tanto nacionales como internacionales. Pero fue por sus valores humanos que Pechito se ganó la aceptación y el cariño de la mayoría de los vecinos y transeúntes que a diario frecuentan esa zona, una de los más caras de Argentina.
En ese barrio vivió por espacio de 12 años… hasta que murió.
El viernes 30 de agosto de 2013 Pechito estaba muy enfermo y se lo llevó, junto con sus perros, una camioneta del BAP (Buenos Aires Presente), organismo que depende del gobierno porteño -liderado por el Partido Propuesta Republicana (PRO), del derechista Mauricio Macri-, para ser trasladado a un hospital de la capital. Luego tanto él como sus mascotas desaparecieron. En los hospitales no quedó registro de su llegada y los representantes del BAP alegaron desconocer el paradero de Alejandro, Galo y Pechín.
Su desaparición conmocionó a cientos de personas que se organizaron para buscarlo a él y a sus perros. Durante el transcurso del domingo 2 de septiembre los tres fueron encontrados en distintas partes de la ciudad. Pechito, particularmente, fue hallado en calzoncillos, deshidratado y golpeado en las inmediaciones del estadio de fútbol de San Lorenzo, próximo a la villa de emergencia 11-14, a decenas de cuadras de Palermo.
En grave estado de salud estuvo internado en terapia intensiva del Hospital Rivadavia hasta que, el sábado 7 de septiembre, falleció. Tenía 40 años.
Pechito era conocido en el barrio como un “loco lindo”: aquel que no molesta ni perturba la vida de una sociedad. Luego de la desaparición, los vecinos emprendieron una fuerte cruzada para ser aceptados como querellantes contra el Estado de la ciudad por abandono de persona e incumplimiento de funciones.
Негізгі бет PECHITO, UN HOMBRE EXTRAÑO, del fotoperiodista cubano Kaloian Santos Cabrera
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