Soy Vanessa Fuentes, más conocida en redes como Psicovan.
Quien me sigue sabe que siempre hago los videos con una síntesis de voz dado que, mi parálisis cerebral cursa con una disartria. Esto es un trastorno del habla a nivel motor que dificulta la vocalización y la correcta pronunciación.
Pero hoy he decidido dar de nuevo la cara, o más bien la voz, y hacer este video para compartir algunas preguntas que me hago al ver como la sociedad nos priva de oportunidades aún más cuando hay, digamos… una comunicación diferente.
Y es que, si ya con una discapacidad que requiere ciertos recursos o adaptaciones, es difícil encontrar oportunidades laborales, cuando se acompaña de un habla poco clara resulta casi imposible conseguir un empleo por muchos estudios superiores que tengas.
Digo casi porque, en mi caso, tuve la gran oportunidad que, al terminar mi máster, la universidad Abierta de Cataluña me ofreció ser tutora del máster de dificultades del aprendizaje y trastornos del lenguaje. Así como, gracias a mis “mentores”, he colaborado on-line en asignaturas de la Universidad de Barcelona y la Autónoma de Barcelona. Incluso, se ha hecho realidad un sueño que parecía imposible, como es dar clases presenciales en la universidad de terapia ocupacional de Terrassa.
Son pequeñas colaboraciones sin contrato que eran compatibles con la pensión no contributiva. Con la que no podía trabajar más de 2.000€ al año. Ahora, al cambiarme de pensión, podría trabajar hasta el salario mínimo interprofesional.
Pero con mi diversidad física, y sobre todo con mi disartria; después de 11 años de búsqueda activa de empleo y de seguir especializándome, corroboro que es imposible encontrar una oportunidad laboral inclusiva con la que prescindir de esta prestación.
Aunque no dejo de perseguir ese sueño. Pero muchas otras personas en mi misma situación, no han tenido ninguna oportunidad. Por eso me pregunto:
¿Por qué hay más personas con discapacidad, pero sin disartria, trabajando que las que nos acompaña esta diferencia comunicativa? ¿A caso no es una diversidad más que la podemos compensar con sistemas de comunicación alternativos? ¿La disartria puede hacer invisibles nuestras muchas otras capacidades?
Todo ello, muchas veces me ha llevado a reflexionar y a plasmarlo en las siguientes rimas.
Mi espejo es la disartria
No pretendo andar,
Pues con mi silla puedo avanzar.
No pretendo mis distonías disminuir,
Pues de mi discapacidad no puedo huir.
No pretendo vocalizar adecuadamente,
Pero ese deseo no se va de mi mente.
Porque rodando se puede caminar,
Sujetándome, mi espasticidad controlar.
Pero mi disartria me impide comunicar,
Aquello que quiero en realidad.
Sí, hay sistemas alternativos que te pueden ayudar,
Pero un jefe, un cliente o un alumno no van a esperar,
Pues sea con un teclado o un plafón,
La espera pierde su razón, cuando no puedes utilizar la voz.
Extraño puede parecer que a las distonías puedas vencer,
Y que otra manera de caminar pueda aparecer.
Pero difícil con mi disartria será,
Que un trabajo pueda encontrar.
Pesimista no fui ni al nacer,
Pues a la anoxia quise vencer.
Poco a poco crecer,
Para mi vida satisfacer.
En mi camino obstáculos encontré,
Que como una persona más superé.
Me creé metas que alcanzar,
Que con ilusión las pude lograr.
Pero hoy el realismo,
Me hace esclava de un abismo.
Una barrera que me separa de la sociedad,
Y es que la disartria me enseña la realidad.
Verdad oculta tras virutas de esperanza,
Que te hacen resistir ante la lanza.
De una estática sociedad,
Que no te ofrece una oportunidad.
Porque la disartria acaba pesando en la mochila,
Aunque intentes buscar una tras otra salida.
PsicoVan - tu mano virtual en diversidad funcional.
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