El 25 de julio de 1945, tras años de dura Segunda Guerra Mundial, el gobierno estadounidense tomó una decisión que pondría fin a la guerra y cambiaría para siempre el destino de la humanidad: el uso de la bomba atómica. Harry S. Truman, el nuevo presidente de Estados Unidos, dio el visto bueno definitivo para el lanzamiento de esta arma de destrucción masiva, que iba a acabar de una vez por todas con la guerra en el Pacífico. Por supuesto, no fue una decisión fácil, pero se pretendía evitar la muerte de millones de soldados y civiles y debilitar y sorprender a los japoneses hasta el punto de que se rindieran inmediatamente. Así pues, la planificación detallada del lanzamiento comenzó de inmediato y se desató un acalorado debate sobre las ciudades que debían ser aniquiladas. Al final, se eligieron Hiroshima y Nagasaki. Pero, ¿por qué se eligieron estas dos ciudades comparativamente insignificantes, por qué no se bombardeó la capital japonesa, Tokio, y por qué se bombardearon ciudades completamente diferentes? Hoy analizaremos en detalle la cruel decisión que provocó la muerte y la miseria de cientos de miles de personas.
Негізгі бет ¿Por qué no en Tokio?
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