Esta semana hemos conocido el dato adelanto del IPC de septiembre. Nos da una pequeña tregua pero la bajada es minúscula y, de hecho, la inflación subyacente sigue incrementándose en términos mensuales, y sube dos décimas con respecto a agosto.
En otras palabras: la vida es más barata que hace un mes, pero el proceso de contagio de la crisis energética en el resto de la economía continúa.
Necesitamos ayudas, y ahora nos dicen que habrá otro impuesto… esta vez sobre el plástico, atendiendo a la máxima de “quien contamina, paga”.
Una medida que afectará de lleno a sectores como la alimentación, la automoción y el textil, que ya se están movilizando para pedir una tregua en la puesta en marcha de esta medida que afectará a sus costes de producción y al final repercutirá en el consumidor final.
Cada noticia que escuchamos ayuda a que la inflación siga subiendo.
Acabaremos pagando por respirar.
Негізгі бет ¿POR QUÉ NUEVOS IMPUESTOS A LAS EMPRESAS SUBEN LA INFLACIÓN?
Пікірлер