La industria aeronáutica se enfrenta a uno de sus mayores retos en los próximos años. Su transición hacia una industria del transporte inteligente, ecológica e integrada no sólo implicará reducir su consumo de combustible, sino también minimizar los residuos generados al final de su vida útil. Anualmente, la industria aeronáutica deposita en los vertederos más de 40.000 toneladas de residuos de materiales compuestos al final de su vida útil. Ante este problema, la industria y los centros tecnológicos buscan soluciones para optimizar el desmontaje y la recuperación de estos materiales.
Con este objetivo, el Centro Tecnológico Aitiip ha desarrollado el proyecto HELACS, con el objetivo de transformar el proceso de fin de vida de las aeronaves en un modelo de eficiencia energética.
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