Situada en un paraje precioso y con el encanto especial que tienen las construcciones sencillas que no ocultan la gran creación de la Madre Naturaleza.
Dicho lugar paradisíaco está enclavado en las cercanías de La Corte de Santa Ana, la más importante de las tres aldeas de Santa Ana la Real, en la provincia de Huelva.
La Corte de Santa Ana está separada del pueblo unos 5 kilómetros por carretera y poco más de uno por el camino.
La aldea, cuya estructura conserva el típico sabor serrano, está dividido en tres núcleos: La Corte (núcleo central), Valdemuñoz y la Higuerilla. Tiene en la iglesia de la Virgen del Rosario su monumento más significativo. A su patrona, la Virgen del Rosario, dedican sus fiestas de agosto los 150 habitantes de esta aldea, donde destacan los típicos cantos de las novenas y la suelta de vaquillas en El Chaparral.
Estamos en el segundo fin de semana de mayo; nos dirigimos al paraje de La Morona. Tenemos sed y nos detenemos en La Fuente del Porrino, que se encuentra en “los arenales”, en el carril que va desde La Corte a La Morona:
“Camino los arenales,
Hay una fuente chiquita,
Camino los arenales,
Entre jarales y pinos,
Con agua de manantiales,
Es la fuente del porrino.”
El sábado romero hemos partido con el Simpecado, por la mañana, desde la iglesia de la Virgen del Rosario, en La Corte.
Llegamos a La Morona, donde está la ermita de la Virgen de Fátima, construida por los peregrinos en este precioso paraje de encinas. Sobre las cinco de la tarde haremos entrada en el encinar de los arenales, a caballo, en carretas y sobre todo, a pie. Allí hacemos noche. Durante la misma, entre candelas y buen ambiente, no parece pasar el tiempo velando a la Virgen.
Ya el domingo, su día, sobre las ocho de la tarde, tras los actos religiosos y almuerzo, la hermandad regresa a la aldea. Allí el Simpecado será depositado en la iglesia hasta el próximo año.
Todo esto, todo lo narrado, fue posible gracias al empeño de cinco mujeres de la aldea, que crearon la Hermandad que sacara en procesión la imagen de la Virgen de Fátima, cuya talla fue donada por unos señores de Almonaster la Real. Se pusieron al mando de la Hermandad, organizando y trabajando para poder celebrar una romería de la Señora; contaron por entonces con el apoyo y el esfuerzo de toda la gente de los alrededores. El lugar elegido donde se llevaría a cabo la romería fue el paraje de La Morona, cuyo propietario, Manuel Ortiz, otorgó en 2.004 los permisos necesarios para la construcción de una ermita que albergase la imagen de la Virgen de Fátima.
Esta recogida romería, de corta vida pero gran devoción, es un claro ejemplo del trabajo de un grupo de personas que, movidas por su fe, han conseguido mucho en tan poco.
Vuelo de baja altura y con grandes miras, en solitario; los olores se mezclaban con la paz que transmite el paisaje. Sí, lo debo de admitir, me recreé e incrusté en la belleza, y también en la espiritualidad del lugar.
El paisaje verde de bonito resulta imposible plasmarlo.
(Nota: algunas imágenes o vídeos han podido ser cedidos por amigos y colaboradores del canal. Siempre sin ánimo de lucro).
Негізгі бет RUTA DE LAS ERMITAS (VIRGEN DE FÁTIMA-CORTE DE SANTA ANA) - HUELVA
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