ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Señora de los Dolores, la del desconsolado llanto que estremece los sentidos. Me encomiendo a ti en este Solemne Septenario para que escuches mis súplicas.
Vuelve Señora tus ojos a mí, tómame de tu mano y llévame por el camino de la Cruz de tu hijo, hacia la salvación de la vida eterna.
No permitas que sea yo quien clave más puñales en tu corazón de Madre. Aparta de mí la serpiente del pecado y haz que derrame sobre mis hermanos todo el amor que tú me profesas.
A ti te ofrezco, dulcísima dolorosa, este ejercicio. Permite por ello que sea fructífero en mi vida, a Mayor Gloria de Dios, por la intersección de tus Dolores benditos. Amén.
LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO
Después que los Magos se fueron, he aquí que un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: levántate, toma al Niño y a su Madre y huye a Egipto, y estate allí hasta que yo te diga; porque ha de suceder que Herodes busque al Niño para matarle.
Levantándose José, tomó al Niño y a su Madre, de noche, y se retiró a Egipto, y permaneció allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el profeta: “De Egipto llamé mi Hijo”. (Mt. 2, 13-15).
SEGUNDO DOLOR: La Huida a Egipto
Huye José, diligente
-le avisa un ángel en sueños-.
Coge a María, al pequeño
y marcha sin que la gente,
allegados o parientes
conozcan vuestro camino.
Andad como peregrinos
hacia el desierto ignorado,
que Dios tiene preparado
vuestro punto de destino.
Temblores de San José
en la madrugada fría.
Vámonos pronto, María
¿Y a dónde vamos?
No sé, -tiembla su voz-,
pero ven, que un ángel
me lo ha advertido.
Arropa al recién nacido
de nuevo entre los pañales.
Vamos a los arenales,
que ya la luna ha salido.
Nada tienen, donde irán,
se preguntan sus miradas,
confundidas, desoladas,
pero caminando van
unidas en el afán
de salvar al Salvador.
Porque ante el falso temor
de que le robe su trono
quiere Herodes con encono
matar al Dios Redentor.
¡Cómo sufren los esposos!
a través de naranjales,
solitarios palmerales
y caminos pedregosos.
Por parajes arenosos
y monótonos alcores
vacíos de verdes y flores
huyendo van, y es María
ya también desde aquel día
la Madre de los Dolores.
(Fco. del Castillo Tellería. IX Pregón de los Dolores)
ORACIÓN PARA EL DÍA SEGUNDO
Señora de los Dolores, que tanto dolor padeciste por tu Hijo. Haz que en las tinieblas de mi vida sepa siempre huir del maligno como tú lo hiciste para salvar al Divino Redentor. Permite que talcomo lo hizo José, sepa oír siempre la llamada del Señor para apartarme de cualquier mal que me aceche. Amén
(Pídase la gracia que se desee obtener mediante este Septenario)
Para conseguir la gracia que hemos pedido se rezará un Padre Nuestro y siete Avemarías en honor de los Siete Dolores de la Santísima Virgen.
Tu dolor atormentado
es lamento que no acaba
por la pasión ya gloriosa
del hijo de tus entrañas.
Негізгі бет SEGUNDO DÍA SEPTENARIO DOLOROSO EN HONOR Y GLORIA A NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES 2020
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