Una y otra vez afirma el P. Kentenich, Dios quiere tener en su barca cooperadores, remeros libres. Es decir, personas que piensen, que sean capaces de discernir, de decidir autónomamente, y de realizar lo decidido. Si lo somos, entonces podemos llamarnos “hijos de la Providencia”. Serlo hoy en día implica una ardua tarea.
- Күн бұрын
SER PERSONAS VERDADERAMENTE LIBRES - El Carisma de Schoenstatt - Sesión 16
- Рет қаралды 3,185
Пікірлер: 4