ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Señora de los Dolores, la del desconsolado llanto que estremece los sentidos. Me encomiendo a ti en este Solemne Septenario para que escuches mis súplicas.
Vuelve Señora tus ojos a mí, tómame de tu mano y llévame por el camino de la Cruz de tu hijo, hacia la salvación de la vida eterna.
No permitas que sea yo quien clave más puñales en tu corazón de Madre. Aparta de mí la serpiente del pecado y haz que derrame sobre mis hermanos todo el amor que tú me profesas.
A ti te ofrezco, dulcísima dolorosa, este ejercicio. Permite por ello que sea fructífero en mi vida, a Mayor Gloria de Dios, por la intersección de tus Dolores benditos. Amén.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
Cuando anochecía el día de la preparación, es decir, la víspera del sábado, José, natural de Arimatea y miembro importante de la Junta Suprema, el cual también esperaba el reino de Dios, se dirigió con decisión a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato, sorprendido de que ya hubiera muerto, llamó al centurión para preguntarle cuánto hacía que había muerto. Cuando el centurión le hubo informado, Pilato entregó el cuerpo a José. Entonces José bajó el cuerpo y lo envolvió en una sábana de lino que había comprado. (MC. 15, 42-46)
SEXTO DOLOR: Jesús es bajado de la Cruz y puesto en los brazos de María
De la cruz han descendido
el cuerpo de Cristo yerto,
con amarillos de muerto
fatalmente revestido.
De los clavos despendido
descansa ya en el regazo
de la Madre, que en su abrazo
lleno de dulce calor
pregona todo el dolor
que rompe el alma en pedazos.
María lo ha visto bajar
totalmente destrozado,
inerte, frío, desplomado
y no lo quiere besar
por si dormido estuviera.
Pero aquel color de cera
por el Calvario gritaba
que en brazos de María estaba
muerta ya la primavera.
Primavera del amor
que por vencer a la muerte
Sanlúcar vino a ofrecerte
su más purísima flor.
Mañana será el dolor
vencido por la alegría,
que si en brazos de María
está el varón de Dolores,
su resurrección las flores
anuncian al tercer día.
Angustiada dolorosa
colmada de sufrimientos.
Qué pálido sentimiento
por tu mirada llorosa.
Qué desvanecida rosa
perdidos ya sus colores.
Sus pétalos sufridores
dibujan esa flor mustia
pregonera de tu angustia,
Señora de los Dolores.
(Fco. del Castillo Tellería. IX Pregón de los Dolores)
ORACIÓN PARA EL DÍA SEXTO
Señora de los Dolores, que tanto dolor padeciste por tu Hijo. Hazme partícipe del dolor de mis hermanos y concédeme la gracia de consolarlos en el dolor, tal como José de Arimatea y Nicodemo hicieron al bajar el cuerpo del Señor de la Cruz y ponerlo en tus brazos. Dame también, Señora de los Dolores, la fuerza necesaria para soportar el sufrimiento de ver morir a mis seres queridos. Amén.
(Pídase la gracia que se desee obtener mediante este Septenario)
Para conseguir la gracia que hemos pedido se rezará un Padre Nuestro y siete Avemarías en honor de los Siete Dolores de la Santísima Virgen.
Tu dolor atormentado
es lamento que no acaba
por la pasión ya gloriosa
del hijo de tus entrañas.
Негізгі бет SEXTO DÍA SOLEMNE SEPTENARIO DOLOROSO A NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES
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