Lenka Smolcakova, flautas, acompañada por la Orquesta Filarmónica de la UNAM, bajo la dirección de Srba Dinic. Concierto del 19 de mayo de 2024, Sala Nezahualcóyotl, Centro Cultural Universitario, UNAM.
Obra compuesta como proyecto de año sabático concedido por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Una de las vertientes de la cosmogonía hindú se fundamenta en la creencia de que el dios Shiva asume el aspecto de su avatar, Nataraya (o “Nataraja”) -el señor de la danza-, para realizar el baile divino “Tándava”, fuente de la creación y disolución del universo. En las delicadas estatuillas de bronce tradicionales de la India, Nataraya es representado con cuatro brazos, bailando al interior de un aro en llamas. El divino danzante se apoya sobre el pie derecho, con el que aplasta al enano Apasmara, que simboliza la ignorancia espiritual, mientras el izquierdo se eleva en un fluido y elegante movimiento dancístico que ofrece la liberación a sus seguidores. Esta noción de que el universo fue creado, transcurre y realizará su último giro al ritmo de la danza me resulta tan misteriosa, seductora y poética como la teoría del Big Bang de la cosmología occidental.
Ninguna de las obras que he compuesto basándome en narrativas particulares pretende erigirse en un itinerario sonoro detallado -a la manera de un poema sinfónico, digamos- y Tándava, para flauta y orquesta, no es la excepción. No obstante, quisiera compartir con el espectador un par de aspectos descriptivos de la pieza.
El inicio de Tándava busca expresar el vacío a partir del cual Shiva/Nataraya irá perfilando el devenir del universo en su incesante danza cósmica. Para ello he recurrido a los registros extremos de la orquesta: en el extremo grave se escuchan, inmóviles, los metales, fagotes, contrabajos y percusiones; en el agudo el piccolo solista, el arpa y el Glockenspiel (juego de campanas) entretejen sus primeros impulsos. Estas dos capas sonoras se hallan separadas por un profundo vacío instrumental, un silencio abisal.
Por otro lado, a lo largo de la pieza la parte solista transita progresivamente del piccolo a la flauta en Sol (flauta alto) y finalmente a la flauta soprano en Do, que es la flauta traversa común. Es con este último instrumento asumiendo el rol de solista que en la sección climática de Tándava se hace presente una especie de raga cuya hipnótica base rítmica emana de “Tomorrow never knows”, la canción más experimental y psicodélica del álbum “Revolver” de los Beatles, grabado en 1966. Por cierto, "Tomorrow never knows" incluye el sitar, instrumento de cuerda pulsada -semejante a la guitarra o el laúd, pero con el mástil más largo- proveniente de la tradición musical clásica del norte de la India, también conocida como indostaní.
Tándava fue compuesta en 2020 y está dedicada a la flautista Lenka Smolcakova, quien la estrenó el 1 de octubre de 2021 en el Teatro Juárez de Guanajuato, acompañada por la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato bajo la dirección de Juan Carlos Lomónaco.
Hebert Vázquez
Негізгі бет "Tándava" (2020), para flauta y orquesta, de Hebert Vázquez
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