Quito, 18 jul (Andes). - “Pasando roncha” fue la frase utilizada por Luis Acosta para referirse a las dificultades vividas para salir de Venezuela, cruzar Colombia y llegar hasta Ecuador. Luis, de 27 años y proveniente de Caracas, pertenece a un grupo de cinco venezolanos migrantes que llegaron hace cinco días al Terminal Terrestre de Carcelén, ubicado al norte de Quito.
Como mecánico, este joven ganaba un sueldo cercano a los 30 millones de bolívares (10 dólares aproximadamente), que “no alcanza pa´nada (…) como para comer una semana, ni para un par de zapatos ni una camisa, todo se va en comida”, dijoSentados uno al lado del otro en el suelo en el parqueadero trasero de este terminal, entre cobijas, delgados colchones y comida enlatada obtenida de donaciones, este muchacho aseveró que su grupo huye de la crisis económica que se vive en su país, donde no se consiguen medicinas e incluso, las mujeres embarazadas “dan a luz en plena calle”, apuntó Luis.
A su lado, Luis Alejandro contó que ejercía como técnico de audios en eventos para artistas musicales. Su sueldo promedio era de casi 14 millones de bolívares, un cálculo que, al cambio de la predominante tasa no oficial del dólar del dólar en Venezuela, equivale a unos cinco dólares.
Негізгі бет Terminal de Carcelén: Testigo de la crisis económica de Venezuela
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