Hace algún tiempo, cuando aun volaban algunos que ahora aún lo deben hacer con la imaginación, metí una cámara en el mochilón y me puse ha disparar a todo el que se movía, especialmente a mis amigos. Afortunadamente nadie salió herido, las fotos inmortalizan más que matan. Dedico un especial recuerdo a Nicolas, que, quien sabe, quizás hubiera preferido despedirse entre las peñas de una ladera, rodeado de sus colegas, que de otra forma. Nosotros lo mantenemos vivo en nuestra memoria.
- 4 ай бұрын
Un día de parapente en El Bosque, Cádiz. Instantaneas en el despegue y el aterrizaje
- Рет қаралды 241
Пікірлер: 4