“Ha sido un regalazo”. “Deseo que haya una segunda parte del curso”. Estas son algunas de las frases con las que los participantes resumen su experiencia en el curso impartido por Julen Arévalo. El Centro Actúa acogió las clases entre el 8 de abril y el 27 de mayo, con periodicidad semanal y en horario matinal.
¿En qué ha consistido? En palabras del profesor, “es un taller de respiración y emoción para que los actores conecten con su interior y puedan utilizar esa conexión en su vida personal y profesional. Debemos ver los personajes como seres que respiran y que tienen una fisiología, una anatomía. Todo eso, que es muy concreto, muestra lo abstracto: sus motivaciones, sus emociones, sus tiranteces…”.
Uno de los asistentes al taller ha sido Rodrigo H. Recio, a quien le ha gustado “el proceso de experimentación. Subraya la importancia de “poner conciencia a la respiración, algo que muchas veces olvidamos pese a ser nuestro instrumento básico. La respiración consigue llevarnos primero a sentir y después a transmitir”.
Por su parte, María Fernanda Valera ha llegado a esta conclusión: “Cuanto más respires y más conectado estés contigo mismo, más permites que lo de fuera cale en ti”.
ASÍ SE ANUNCIÓ EL CURSO
La interpretación está ligada a la respiración. Y la respiración, a las emociones. Es por eso que, cuando el actor interpreta una escena, debe respirar de acuerdo a la emoción que quiere transmitir.
Este curso busca conocer el proceso respiratorio, los diferentes tipos de respiración y sus relaciones con las emociones para poder conectar con el personaje, con el público y con el arte.
1) Practicar la respiración abdominal, la respiración energética y la respiración alterna. Conocer sus beneficios para la salud y el equilibrio emocional.
2) Aprender a relajarnos progresivamente mediante ejercicios sencillos.
3) Utilizar la respiración como base para la relajación y la gestión de las emociones.
4) Desarrollar conciencia de nosotros mismos y de nuestro estado emocional.
5) Aplicar la visualización como herramienta para la autorregulación emocional y la consecución de nuestros objetivos.
SOBRE JULEN ARÉVALO
Practica desde la infancia diferentes deportes y artes marciales. En rugby llegó a ser deportista de alto rendimiento, pero las secuelas de un accidente de tráfico le obligaron a alejarse del mundo de la competición.
Mientras estudiaba Fisioterapia descubrió el Método Feldenkrais y se convirtió en su pasión. Dicho método abrió su sensibilidad hacia la danza, concretamente hacia la especialidad Contact Improvisación, la cual explora durante el último lustro. Pertenece a la primera promoción del Método Feldenkrais en Madrid y desde 2015 colabora con la plataforma Descalzinha Danza con un workshop específico enfocado a la danza.
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