Durante siglos, el prejuicio más grave sobre las personas sordas era considerar que sus dificultades comunicativas conllevaban carencias intelectuales insalvables. "Belinda" fue una de las primeras películas que luchó abiertamente por acabar con ese prejuicio. En esta excelente escena, el padre de Belinda se referirá a su hija sorda de tres maneras diferentes: "la Tonta", "Belinda" y "mi hija". La secuencia de nombres indican el progresivo acercamiento hacia Belinda proporcionado por el descubrimiento de que su hija puede comunicarse gracias al lenguaje de signos. Este tipo de lenguaje no sólo permitirá a Belinda una forma de comunicación que antes le estaba vedada, sino que a ojos de su padre la convertirá por fin en un ser humano.
¿Es la posesión de un lenguaje simbólico la que nos hace humanos?
Негізгі бет BELINDA (Johnny Belinda. Jean Negulesco, 1948). El lenguaje de signos
Пікірлер: 9